Si vemos la profesión como una actividad secular, exclusiva, y que merece mi mejor desempeño no hay problema pero, si esta visión es mezquina, es decir, que por ser profesional se merece un tratamiento especial, dentro de la iglesia, entonces es válida la dicotomía del hecho al relato.
Ahora bien ¿Porque este planteamiento, de lo profesional, ha de ser un punto de reflexión en el desarrollo de la música en la iglesia católica? Una mirada al pasado, a la historia de la música, nos revela un par de hechos que bien pudieron quedar en la memoria colectiva de la feligresía católica pero, antes de desarrollar está posible respuesta, miremos la segunda propuesta

Músico Católico, una vocación Sacerdotal
Ciertamente existe una mirada al músico como si este fuese puesto en la liturgia como una vocación sacerdotal. Y es que desde el antiguo testamento, cuando se habla de la tribu de Leví, este servicio, el musical, ha estado estrechamente entrelazado al servicio Sacerdotal.
Entonces no es difícil pensar que el músico ha de tener un comportamiento, una actitud, cuál si este fuese un sacerdote. Sin embargo, la música popular en nuestras capillas, los eventos musicales católicos y los conciertos a gran escala, nos dan la perspectiva de tener la oportunidad de dejar salir al artista, de expresarse a capricho, si así lo queremos ver. Ya en los textos de historia universal de la música, se nos dice que se habilitaron los oratorios para que el músico tuviese la libertad artística que limitaba en la liturgia (véase Historia universal de la Música edit De Cande 1981).
Sin embargo, la estética, las formas musicales, los géneros que hoy se permiten, muchos de ellos tienen cabida recelosa en la dinámica del artista católico. Basta con mencionar las expresiones musicales urbanas y lo difícil que se les está haciendo a muchos comprender que estás expresiones también tienen cabida en la alabanza al Señor _Todo ser que alienta, alabe al Señor_
Entonces, ¿Un músico que ejerza las expresiones urbanas ha de tener un comportamiento cuál si fuera sacerdote?
Al lugar donde fueres haz lo que vieres pero, el cristiano tiene un llamado particular de comportamiento que, su madurez en la fé, le permitirá desarrollar con el paso del tiempo, experiencia y los años…

Músico Católico, ¿Servicio?

En definitiva es un servicio pero, antes de proseguir tenemos que definir lo que entendemos por servicio, ya que existe un número importante que entiende el servicio como un voluntariado que se da, cuál buen Samaritano, sin pedir nada a cambio y costeando de tus propios fondos, los gastos que este requiere.
Esto es totalmente válido puesto que quién quiere ser el primero ha de ser el último; quien quiera ser servido (alcanzar la vida eterna) tendrá que servir. El mismo Cristo no vino a ser servido sino a servir.
Ahora, ¿cómo se sostienen estas obras? ¿Cómo se sostiene el servicio misionero?
Puesto que la labor del misionero es un servicio. La realidad para el músico misionero es que su participación como músico misionero está en abandonarse a la providencia.
La otra definición usa la palabra «servicio» como un producto a comercializar, entonces ¿Es aplicable este uso en nuestra labor eclesial?
Un número importante de músicos católicos, que desean hacer de su vida y profesión una herramienta para el Señor en su totalidad, disciernen si es posible cobrar o no sus servicios musicales en la iglesia.
Existen dinámicas diversas para validar está propuesta y hacer de sus servicios un proyecto auto sustentable. Sin embargo, esto requiere de mucho discernimiento y de una oración constante, cuidado que perpetua, puesto que un número importante de feligreses y clero , acusan de simonía a estás visiones.
En lo personal, creo que es la solución a tantos dilemas presentes en este tema. La oración cómo herramienta de crecimiento personal del cristiano, no solo lo nos perfila a alcanzar la vida eterna, sino a comprender las realidades que están a nuestro alrededor y aplicar la Misericordia para hacer de nuestras vidas, espejos del Resucitado.
Está misma dinámica del proceso de entender las perspectivas del músico católico, nos lleva al siguiente tema…